Marketing para pequeños negocios

Comenzar un negocio no es algo que pueda decirse fácil teniendo en cuenta que siempre existen competidores con más años en el mercado o ya bien establecidos, por lo que uno de tus primeros y más grandes compromisos será el de resaltar de entre los demás de manera diligente y con los recursos que poseas desde un inicio. Hacer esto con un pequeño negocio o empresa implica una estrategia completamente distinta a las aplicadas por grandes compañías, ya que una de las características principales de un negocio recién creado es la relación con el cliente, siendo esta más personal, con lo que puedes ganar terreno muy fácilmente.

Recuerda que no importa el giro, el mercado, la ubicación o tu volumen de venta, todos necesitan Marketing.

En este artículo vamos a mostrarte algunos puntos que debes considerar para hacer notar tu negocio y fortalecerlo dentro del mercado de forma muy rápida.

Entiende a tus clientes.

La regla primordial de la mercadotecnia es conocer a tu cliente. Debes tomar el tiempo necesario para estudiar tu mercado, logrando dilucidar sus necesidades y deseos, todo de la mano de una segmentación precisa por edad, qué es lo que compra, nivel socioeconómico entre otras.

La mayor información que puedas recopilar sobre las personas a las que les vendes tu producto o servicio, mismas de las que tu negocio se sostiene, te ayudara a conocer sus necesidades, qué quieren, cómo lo quieren y cuándo lo quieren.

De la misma manera, deja que tus clientes se acerquen y conozcan a fondo tu negocio. Normalmente, las personas tratan de conocer sobre una marca antes de tomar la decisión de compra. Utiliza tus redes sociales o un sitio web para darles esa facilidad.


¿Cómo vas a comunicarte?

Notarás que hay redes que convienen más que otras tomando en cuenta tu servicio o producto.

Te recomendamos utilizar redes sociales completamente visuales como Facebook e Instagram, ya que en ellas puedes lograr construir una comunidad en línea y donde puedes exponer tus productos fácilmente con una cantidad de recursos que puedes tener a la mano.

¡Haz que tus clientes hablen!

Las opiniones de tus clientes o un testimonio positivo son una forma muy efectiva de generar confianza en posibles consumidores, ya que no hay mejor recomendación que la que se hace de viva voz. Pídele a algunos de tus clientes una valoración sobre algún servicio o producto que te hayan comprado y publícalo en tus redes sociales o página web.


¡Regala algo!

Dale a tu cliente más de lo que pide y haz que tu servicio tenga un valor extra. Ello deberá partir de lo bien que ya conozcas a tu cliente, pues le darás algo que no te pida, pero sabes que le será útil.

Ten en mente recompensar a tus clientes más frecuentes, con ello, además de crear lealtad, podrás motivar a aquellos no tan constantes. Puedes regalarles lo que sea, desde llaveros, calendarios, camisetas con el logo o nombre de tu marca hasta incluso incluir promociones como descuentos, cupones, paquetes o combos, o productos gratis en determinada cantidad de compras.

Cualquier cosa que añada valor y sorprenda a tu cliente hará a tu negocio interesante y captará rápidamente la atención del mercado.


Ofrece atención personalizada.

Como mencionábamos antes, este aspecto es fundamental y es algo con lo que las grandes compañías no cuentan. Con esto puedes atraer y fidelizar clientes, ya que al no manejar una cantidad muy grande o numerosa puedes asesorarlos y asistirlos durante el proceso de compra.

Muchas veces el cliente no busca precios bajos, sino atención eficiente y ágil, además de la certeza de estar adquiriendo un producto de calidad.


Sé un experto.

No hay nada mejor que un proveedor de productos o servicios que sabe lo que hace. Infórmate, actualízate e investiga cada aspecto del producto o servicio que ofreces, la confiabilidad de tus clientes se notará en el primer instante.


Ten soluciones siempre a la mano.

Nunca desatiendas el servicio al cliente cerciórate de ofrecer garantías y soluciones reales a tus clientes cuando tengan algún problema o falla con tus productos o servicios.


De la vista nace el amor.

Tómate tu tiempo para crear una imagen corporativa, incluso muy básica. Un buen nombre comercial, un logotipo con colores bien definidos e importantes para el desarrollo de tu marca, una tipografía para tus documentos y formatos. Todo esto logra una uniformidad e identidad propios y pronto tus clientes se acostumbrarán a tu imagen visual, lo que les hará más fácil recomendarte e identificarte. Sobre todo, harás notar que cuidas muy bien cada aspecto de tu negocio y que es algo serio.

Mantén cerca a tu cliente.

Es muy importante, especialmente para pequeños negocios, tener los datos de los clientes y estar en comunicación constante con el mismo. Para ello son muy útiles las redes sociales o un sitio web, solo trata de no bombardear a tu cliente con publicidad. En cambio, atrápalo con información de su interés, como tips o consejos sobre un tema específico relacionado a tu giro. De  esta forma, encontrará que lo que le compartes realmente tiene un valor y estará más atento a lo que comuniques.

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